Desde la nueva normalidad, el mercado inmobiliario ha mostrado notable alza en las viviendas campestres; convirtiéndose en las preferidas para invertir o arrendar la calidad del aire; la tranquilidad y vivir integrados con la naturaleza hace de invertir en las laderas de la ciudad la nueva tendencia.
A la hora de arrendar o invertir en vivienda emprendemos un proceso donde buscamos un inmueble que mejore nuestra calidad de vida a través de diferentes factores importantes como: el precio, la tranquilidad, ubicación estratégica, oportunidad de crecimiento y ahora, la naturaleza.
Analizando nuestra nueva normalidad después de casi tres años de pandemia, entendemos porque las viviendas campestres, ubicadas en las zonas campestres del área metropolitana (las periferias), alejadas del ruido del tráfico y los humos de las fábricas y automóviles se han vuelto más apetecidas para vivir en arriendo y para la inversión inmobiliaria.
El Oriente Antioqueño está perfilado como un lugar predilecto para buscar viviendas campestres en arriendo y venta en las afueras de la capital Antioqueña; pues a pesar de su ubicación, es un lugar que conserva las características por las que nos inclinamos ahora, para destacar, el Valle de San Nicolás es uno de los mejores vivideros del departamento. Allí encontrarás todo tipo de vivienda: fincas, casa fincas, casas parceladas, apartamentos en urbanizaciones y toda una gama de posibilidades para que vivas en un lugar lleno de naturaleza, tranquilidad e innovación.
Estás viviendas no solo ofrecen un mejor ambiente para quienes trabajan desde casa sino también a la hora de criar a tus hijos, ofrecerles una zona amplia donde puedan disfrutar de su tiempo libre es tan importante como un lugar seguro.
Ante nuestra nueva normalidad y la posibilidad de trabajar a distancia, pasando más tiempo en nuestros hogares, las viviendas campestres con espacios amplios y rodeados de zonas verdes cuyos precios sean acorde con los beneficios que ofrece son los primeros que volteamos a mirar.